¿Puede
una persona correr más de 200 kilómetros sin descansar?
TRIVIA
Los tarahumaras se llaman a si mismos Rarámuri
que quiere decir los de los pies ligeros. |
Entre
los tarahumaras, grupo étnico del estado de Chihuahua en
México, correr sin parar más de 200 kilómetros,
no es raro y muchos hombres y mujeres realizan esta prueba como
deporte o parte de una celebración.
Es
común que varias aldeas organicen una carrera donde compiten
por el honor de ser vencedores y por apuestas con alimentos o utensilios
de uso cotidiano. Esta competencia que mezcla resistencia con velocidad
se hace en un recorrido trazado por montes, valles y bosques y que
en ocasiones llega a durar 2 o más días.
Los
hombres corren pateando una pelota de madera, turnándose
durante el trayecto. Las mujeres, siempre por separado, corren impulsando
un aro de madera con un palo. Para ellas, los trayectos son más
cortos.
LOS
BLANCOS
En sus representaciones ceremoniales, el grupo de los malos
siempre es simbolizado por el hombre blanco, chabochi;
inclusive se pintan el cuerpo de blanco. |
La
gran resistencia de los tarahumaras les viene de antiguo, cuando
para cazar el venado, seguían su rastro persiguiéndolo
hasta que el animal se caía de cansancio
Esta
costumbre, como muchas otras, las siguen recordando en danzas y
festejos en los cuales el baile tiene características ceremoniales
y sigue las tradiciones heredadas de sus ancestros como la Danza
de los Matachines.
Los
más antiguos vestigios humanos en la región datan
de hace unos 4,000 años. Y se sabe que antes de la conquista
los tarahumaras se asentaban en las planicies cercanas a la actual
ciudad de Chihuahua, capital del estado mexicano del mismo nombre.
Con la llegada de los españoles, los tarahumaras se refugiaron
en las montañas y barrancas de la comarca. Desde entonces
viven en la sierra dependiendo de una agricultura de subsistencia
y de una ganadería incipiente, agrupados en pequeños
núcleos, independientes entre si y sin una estructura organizativa
formal.
Los
tarahumaras son una raza unida a las fuerzas originales, macho
y hembra, con las cuales trabajó la naturaleza.
Antonin
Artaud, poeta francés
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Físicamente
son más bien delgados; las mujeres bajas y robustas. Morenos
de faz ovalada, ojos negros y oblicuos, nariz recta. Lampiños
de cara y cuerpo. Cabello negro, abundante y lacio.
La
vestimenta occidental es común en la actualidad. Pero conservan
las prendas tradicionales, especialmente para las festividades.
Las faldas son muy apreciadas por las mujeres, quienes acostumbran
vestir muchas a la vez, dándoles una apariencia esponjada.
La
prenda distintiva del pueblo tarahumara es la koyera,
cinta bordada que mantiene el pelo en su lugar. Hombres, mujeres
y niños la usan con orgullo.
Las
costumbres de los tarahumaras son muy singulares, sus fiestas más
importantes, curiosamente relacionadas con celebraciones católicas
como la Semana Santa, son acompañadas de tesgüino,
una bebida fermentada de maíz parecida a la cerveza y que
da origen a las muy populares tesgüinadas.
La
autoridad máxima es el Gobernador o Siríame,
regularmente el anciano más experimentado de la comarca.
LAS
PALABRAS
El padre utiliza un término diferente para su hijo, Nolá,
y su hija, Malá; pero la madre emplea un
mismo nombre para todos sus hijos, Dánala. |
Sin
embargo, lo verdaderamente sorprendente es su estricto código
moral. Comparten todas sus posesiones. Para ellos la persona es
más importante que las cosas. Respetan mucho a sus hijos,
rara vez los regañan y desde pequeños les asignan
responsabilidades en los sembradíos o con el ganado. No engañan.
Siempre ayudan a sus hermanos en desgracia. Y de acuerdo con algunos
estudiosos, nunca mienten. Estos son valor arraigados en la comunidad
desde hace siglos y que afortunadamente siguen vivos en las nuevas
generaciones.
Los Tarahumaras,
ejemplo de lo máximo del espíritu latino.
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