Diseño Arturo Trujillo - 2002
¿Puede una danza del Caribe bailarse sin mover la cadera?

TRIVIA
La más famosa composición de Manuel G. Tavárez, el Padre de la Danza Puertorriqueña, es la danza "Margarita", compuesta en 1870.
La pareja, ella tomada del brazo de él, camina elegantemente alrededor de la pista de baile durante la introducción musical o paseo. Inicia la parte bailable, la mano de él en la cintura de ella y su brazo izquierdo en ángulo recto sostiene la mano derecha de la dama. Ella descansa su mano izquierda en el pecho del caballero, controlando así la distancia entre ambos.

Al compás de la música se desplazan por el salón. La pareja gira, lleva el ritmo y mantiene el compás. Los pies apenas se levantan del suelo y por supuesto no se mueven las caderas.

Al terminar la pieza, en un alarde de caballerosidad, el varón acompaña a la dama hasta su asiento.

Adiós, adiós, amores, encantos de mi vida, la prenda más querida de mi vida, vida, de mi amor, amor.
Inicio de "Mis Amores", danza de Simón Madera, 1893.

Esta es una descripción de cómo se baila la Danza Puertorriqueña, la máxima expresión de la cultura de la isla, cuyos hijos se distinguen por llevar la música en su espíritu y en sus almas.

No es muy claro el origen de la Danza Puertorriqueña; algunos estudiosos lo ubican alrededor de 1840 a partir de los bailes de jóvenes inmigrantes de Cuba; otros encuentran su ascendencia en el danzón venezolano; algunos más suponen que viene de España, particularmente de la danza extremeña; finalmente, Don Samuel R. Quiñones encuentra similitudes muy justificadas entre la Danza y las "Cantigas de Santa María" auspiciadas por el Rey Alfonso X el Sabio en el Siglo XIII.

Como sucede con casi todas nuestras manifestaciones culturales, lo más probable es que sea una mezcla de todas, que adquiere personalidad propia al evolucionar en nuestro entorno criollo.

FÉMINAS
Sólo una mujer ha destacado como compositora de Danzas, Monserrate Ferrer Otero. Monsita Ferrer nos legó entre muchas otras composiciones, la bellísima danza "Ensueño de Gloria".
Opuesta a la rígida contradanza española, la Danza Puertorriqueña es muy libre en su interpretación e adopta la modalidad de ser bailada por parejas solas, lo que en su tiempo causó un verdadero escándalo que obligó al gobernador, Don Juan de la Pezuela a emitir en 1849 un bando prohibiéndola. Obvio es decirlo, no sirvió de nada.

Para 1870. el género alcanza su definición gracias al insigne compositor, graduado en el Conservatorio de París, Manuel G. Tavárez que lo vistió de galas románticas y le dio la estructura propia de las obras francesas de salón.

Posteriormente, su discípulo Juan Morel Campos desarrolló la danza al nivel que hoy conocemos.

Aunque su origen fue populachero, la Danza evolucionó hasta imponerse en el gusto general como música bailable, adaptable a solistas, conjuntos y orquestas.

Despierta ya de tu sueño abre el ojo y cierra el pico y oye lo que aquí te explico si te cabe en la sesera que cuando la Danza muera habrá muerto Puerto Rico.
Emilio E. Huyke.

Tuvo su momento de gloria a principios del Siglo XX y en la actualidad, gracias al esfuerzo de muchas organizaciones entre las que destaca el Instituto de Cultura Puertorriqueña, ha salido de un relativo olvido y para alcanzar niveles más altos, trasponiendo la sala de baile e ingresando a la sala de conciertos.

Y así, desde el paseo con que inicia hasta el merengue con que concluye, la cadencia rítmica de la Danza Puertorriqueña seguirá rindiéndole homenaje a la mujer y al amor.

La Danza Puertorriqueña, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.