¿Puede una bebida favorita de los niños haber sido considerada una droga nociva?

TRIVIA
“Como agua para chocolate” es una expresión que describe a alguien muy enojado, “hirviendo de indignación”, encolerizado.

En el siglo XVII, en Francia, el chocolate era considerado “una droga bárbara y nociva”. La corte francesa lo aceptó con reticencia sólo cuando la Facultad de Medicina de París lo aprobó como una bebida benéfica.

Los mayas, muchos años antes de Cristo, acostumbraban a beber chocolate caliente y espumoso mezclado con vainilla.

Los aztecas lo bebían frío o caliente mezclado con chile, miel, vainilla, flores, pimienta, canela, en fin, con una gran variedad de elementos que le permitieran realzar su sabor.

MAYA O AZTECA
Hay una gran confusión sobre el origen de la palabra “chocolate”. Entre otras, una versión dice que viene del náhualt “xocolatl” y otra que proviene del maya “chokola’j” que traducido quiere decir “beber chocolate juntos”.

El chocolate se preparaba con las semillas de un árbol cuyo nombre científico es Theobroma Cacao, misma denominación que se le da comúnmente tanto al árbol como a su fruto: cacao.

Las semillas de cacao eran tan apreciadas entre los aztecas y las culturas coexistentes en la región, que servían de moneda para transacciones comerciales. Así, el precio de mercaderías y servicios se calculaba en granos de cacao, un porteador ganaba 100 granos diarios, un huevo de guajolote costaba 3 granos y un jitomate sólo uno.

Producido con la mismísima moneda de uso corriente, por su exquisito sabor y sus benéficos efectos sobre el organismo, el chocolate adquirió el rango de “bebida de los dioses”.

El xocoatl es un brebaje que acrecienta la resistencia y suprime la fatiga.
Hernán Cortés

Y así lo conoció Cristóbal Colón en su cuarto viaje y lo describió como muy desagradable por lo amargo.

Hernán Cortés lo introduce en España en 1528 atribuyéndole efectos medicinales y cualidades alimenticias.

En manos de frailes y monjas, este producto americano inicia una importante evolución al ser sustituido el chile por el azúcar y como bebida dulce y caliente empieza a ganar adeptos.

En 1585 sale el primer embarque oficial de cacao de Veracruz a Sevilla.

A principios del siglo XVII el chocolate alcanza una gran popularidad en España y de ahí empieza a conquistar las cortes europeas. Primero Francia donde lo acostumbran más ligero pues en España se toma muy espeso.

COSTUMBRE
Para producir mucha espuma en el chocolate, en México se utiliza un instrumento de madera llamado “molinillo”, que se gira con ambas manos adentro de la bebida al calentarla. Los antiguos aztecas obtenían la espuma trasvasando el líquido de un recipiente a otro.

En 1657 el chocolate aparece en Londres y es en Inglaterra donde le agregan leche, allá por 1700, mejorándolo notablemente.

A finales del siglo XVIII se ponen de moda entre las damas francesa los “bon bon”, chocolate sólido en trozos para degustar a cualquier hora. Y en los inicios del siglo XIX se empieza a fabricar el chocolate en tabletas tal como lo conocemos en la actualidad.

Largo ha sido el camino de este producto originario de América por el mundo y admirable su adaptación a los gustos en todas las latitudes.

En México a la fecha se prepara de la manera tradicional que desarrollaron los frailes del siglo XVII, muy caliente, muy dulce y por supuesto muy espumoso, en compañía de toda la familia.

El chocolate y su evolución, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.