¿Puede el oro no tener valor mercantil?

TRIVIA
El sitio de Internet del Museo del Oro de Colombia es la publicación más leída del Museo.

Para los antiguos indígenas colombianos, el oro nunca tuvo valor mercantil, ni se utilizaba para “satisfacer la vanidad,” como ocurre en las sociedades contemporáneas, sino que era concebido como portador de la energía vital y creadora del sol.

Así, el oro, presente desde siempre en el acontecer de lo que con el tiempo vino a ser la nación colombiana, puede explicar las raíces y darle un sentido espiritual a la identidad de un pueblo forjado en los más altos valores de la unión hombre-naturaleza.

MECENAS
El Banco de la República sostiene y administra el Museo del Oro.

Desde su creación en 1939, el Museo del Oro de Colombia se propuso salvar de la fundición o de la exportación, las piezas de oro precolombino y así preservar el arte y la espiritualidad de sus antepasados.

Con la compra del poporo Quimbaya en ese año, se inició la misión del Museo del Oro: adquirir y preservar objetos arqueológicos metálicos y de otros materiales como patrimonio cultural de los colombianos; investigar y clasificar esta colección para entender las antiguas civilizaciones y darle sentido a su existencia; y finalmente, dar a conocer los hallazgos para promover el arraigo de los colombianos y ofrecer un ejemplo constructivo que unifique la riqueza cultural de su pasado con las posibilidades presentes y futuras de la sociedad toda.

Hoy me siento orgulloso de ser colombiano.

Opinión de la mayoría de los visitantes locales consignada en el Libro de Comentarios.

En 1944, el arqueólogo Gregorio Hernández de Alba bautiza la creciente colección con el nombre de “Museo del Oro,” misma que se exhibía en un elegante salón sólo abierto para visitantes especiales.

En 1954, el Museo exhibió sus 18 mejores objetos en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, dando paso a la primera de muchas exitosas exposiciones internacionales.

En 1959, con la consigna de plantear la imagen de Colombia ante el mundo, el Museo del Oro abre por fin sus puertas al público general.

En 1968 estrena casa propia y la exposición se concibe como una explicación didáctica sobre la forma de vida de las sociedades prehispánicas.

TUMBAGA
Los estilos de cada región son diferentes entre sí, pero todos utilizaron una aleación de oro y cobre llamada “Tumbaga.”

El Museo es un ente vivo y sigue creciendo con ocho salas permanentes en las diferentes regiones donde se desarrolló el arte de la orfebrería: Santa Marta (Oro Tairona), Cartagena (Oro Zenú), Armenia (Oro Quimbaya), Manizales (Oro Quimbaya), Cali (Oro Calima), Pasto (Oro Nariño), Ipiales (Oro Nariño) y Leticia (Museo Etnográfico).

Para 2003 inaugurará un nuevo edificio contiguo al actual y en 2005 terminará la renovación de su actual locación para que ya unidas ambas partes, den paso a un gran centro cultural que refleje la ambición y la energía del pueblo colombiano.

Hoy, gracias a esta maravillosa colección, el visitante local o extranjero puede iniciarse en la cosmogonía india y ser conducido hacia un universo de metamorfosis con el hombre-pez, el hombre-jaguar o el hombre-pájaro y unir su espíritu con el de sus antepasados para recordar que es la naturaleza de donde obtenemos la vida y a ella regresamos para agradecerle los favores recibidos

El Museo del Oro, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.