¿Puede un niño problema convertirse en uno de los más grandes científicos del mundo?

TRIVIA
En 1906 rechazó el cargo de Ministro de Instrucción Pública.

Santiago Ramón y Cajal nació el 1 de marzo de 1852 en Petilla de Aragón, España.

Su padre, don Justo Ramón Casasús, médico rural, decidió hacerlo médico. Sin embargo, Santiago se inclinaba fuertemente hacia el dibujo. Su padre lo sujetaba férreamente al estudio, mientras él se evadía con la misma tozudez.

Los castigos se sucedían con frecuencia, incluso lo sometieron a la mano dura de los frailes escolapios. Pero nada doblegaba al pequeño, de tanto en tanto consolado por su madre, doña Antonia Cajal.

ESCRITOR
Publicó varios libros no científicos de carácter autobiográfico. Entre otros, Recuerdos de mi vida, Aforismos, Charlas de café y El mundo visto a los 80 años.

Más adelante, el adolescente Santiago oponía sus ensoñaciones de general, pintor o fotógrafo a la voluntad paterna de convertirlo en médico.

Por fortuna para la humanidad, al trasladarse la familia a Zaragoza, don Justo logra matricular a Santiago en la Universidad, y éste se decide a estudiar intensamente hasta lograr su licenciatura en medicina en 1873.

Inmediatamente después se lanza a la aventura integrándose al Cuerpo de Sanidad Militar en el ejército expedicionario que partió a Cuba en 1874, de donde regresa en 1875, minado por el paludismo y la disentería.

Huyamos del pesimismo como del virus mortal: quien espera morir, acaba por morir; y al contrario, quien aspira a la vida, crea la vida..

Dos años después presenta sus exámenes de doctorado en Madrid, al tiempo que descubre su verdadera vocación científica. Santiago se decide por la investigación histológica invirtiendo todo el dinero ahorrado durante su servicio en Cuba, en la compra de un microscopio de segunda mano. Así inició el camino que le llevaría a los más espectaculares descubrimientos sobre las estructuras nerviosas.

En 1878 obtiene su primera cátedra por oposición y dos años después publica sus primeros trabajos científicos.

Sus libros y artículos se multiplican al tiempo que obtiene por oposición cátedras en Valencia, Barcelona y Madrid.

Finalmente llega 1888, su año cumbre, cuando logra las preparaciones que le permitirían demostrar lo que siempre había sostenido, la individualidad de la célula nerviosa, la neurona.

Este descubrimiento por si solo, sentó las bases de la actual neurofisiología, con 100 años de anticipación.

La obra de Cajal fue adquiriendo difusión al formular diversas leyes y teorías, todas ellas piedras angulares para el desarrollo de la neurobiología.

LA FAMILIA
En 1879 se casó con Silveria Fañanás García con quien procreó 7 hijos, dos de los cuales murieron en la infancia. Santiago siempre afirmó que la mitad de su gloria correspondía a su esposa.

Alcanza el reconocimiento mundial y los premios y distinciones empiezan a llegar sin tardanza; doctorados honoris causa en universidades de prestigio y entre muchos otros, el Premio Moscú (1900). La medalla de oro Helmholtz (1905) y el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906.

El milagro se realizó, un científico hispanoparlante, nacido en el seno mismo del pueblo, alcanzaba las alturas reservadas a los grandes de la humanidad.

España y Latinoamérica se vuelcan en homenajes a Cajal y su apellido se inmortaliza en calles, plazas y escuelas.

Desde entonces el histólogo aragonés ha sido un faro para el rumbo de la ciencia latina.

Durante décadas y aún hoy día, los dibujos magistrales de Cajal siguen ilustrando los textos de neurología. Sus descubrimientos están vigentes y es uno de los autores más citados en la bibliografía especializada, a la par de Einstein y Darwin.

En 1934 muere Santiago Ramón y Cajal, el sabio completo, científico, investigador, artista, fotógrafo, escritor, filósofo y por encima de todo, humanista.

Santiago Ramón y Cajal, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.