¿Puede una ópera inspirarse en el amor de una aborigen cubana?

TRIVIA
“TÚ” fue la primera pieza de importancia de exportación de la música cubana.

En “Doreya”, ópera del compositor cubano Eduardo Sánchez de fuentes, estrenada en 1918, se narra la historia de la adorable Doreya, hija de un cacique siboney y su amor por Manfredo, el conquistador español.

Con libreto de Hilarión Cabrisas, Eduardo Sánchez de Fuentes recrea en esta ópera, ritmos siboneyes auténticos que le dan un aire convincente y una ambientación efectista a una antigua leyenda cubana.

ANECDOTA
“TÚ” fue tan popular en Argentina que en una publicación francesa de principios del siglo XX, la toman equivocadamente como ejemplo de “tango-habanera.”

Eduardo Sánchez de Fuentes nació en La Habana, Cuba, el 3 de abril de 1874 en el seno de una familia de artistas. Su padre, Eugenio, autor dramático y poeta; su madre, Josefina, pianista y cantante.

Por influencia familiar estudió la carrera de leyes y obtuvo el título de Licenciado en Derecho Civil. Pero el lujoso despacho que sus padres le instalaron, jamás se vio visitado por clientes o jurisconsultos.

La música era su pasión. Eduardo había nacido para músico y además “supo hacerse músico” a fuerza de largos años de estudio y de una intensa labor de método.

En Cuba, isla hermosa del ardiente sol, / bajo su cielo azul, / adorable trigueña, / de todas las flores, la reina eres tú.

Fragmento de “TÚ” (habanera), música de Eduardo Sánchez de Fuentes.

Fue discípulo de los principales musicólogos de la época y cursó estudios en el Conservatorio Hubert de Blanck.

En 1898 publicó su primera ópera “Yumurí” y en 1909 “Náufrago.” Dos años después asistió representando a Cuba al Congreso Internacional de Música en Roma y en ese mismo año, el exigente público europeo confirmó plenamente su talento con motivo del estreno en el viejo continente de la ópera “Dolorosa” en Turín, Italia.

Viajó por México, Italia, Francia y Estados Unidos. Publicó dos nuevas óperas, “Doreya” (1918) y “El Caminante” (1921) que se estrenó en el Teatro Nacional de La Habana con el célebre tenor italiano Tito Schipa y la soprano cubana Ofelia Nieto.

Sánchez de Fuentes fue director de los primeros conciertos típicos cubanos en el Teatro Nacional en 1922; presidente de la Academia de Artes y Letras y de la Sociedad de Autores Cubanos; recibió premios, tanto como compositor como en su carácter de teórico del arte musical criollo; escribió textos sobre música cubana, entre los que destacan: “El folklore en la música cubana,” “Cuba y sus músicos,” “Influencia de los ritmos africanos en nuestro cancionero,” “La contradanza y la habanera” y “La música aborigen de América.”

DOREYA
En “Doreya” destacan “Canto Real,” los solos líricos de Doreya y el pintoresco Ballet Indio.

De su Iabor como compositor nos dejó una ópera más, Kabelia (1942); Dione; ballet; Navidad, oratorio; y Anacaona, cantata.

Sin embargo, su fama mundial y su trascendencia hacia la época actual se debe a sus canciones tradicionales, tales como: Mírame así, Corazón, Vivir sin tus caricias, Linda cubana, Silenciosamente, Por tus ojos, y principalmente por la “pieza antológica” según Alejo Carpentier, “la habanera por antonomasia”, la internacionalmente famosa... “TÚ.”

Sánchez de Fuentes, que falleció en 1944, en su época fue el más inspirado, el más popular y, sobre todo, el más querido de los músicos de su patria.

Eduardo Sánchez de Fuentes, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.