¿Puede un latino haber construido el primer avión deportivo del mundo?

En 1909, el brasileño Santos-Dumont diseñó, construyó y voló el “Demoiselle”, un monoplano precursor de los modernos aviones ligeros, que en su vuelo inaugural en 1909, cubrió más de 200 metros a una velocidad de casi 100 km. por hora.

Fue la última aeronave construida por este pionero de la aviación en una corta carrera llena de éxitos.

Alberto Santos-Dumont nació el 20 de julio de 1873 en Cabangu, Palmira (hoy Santos-Dumont) en el estado de Minas Gerais en Brasil.

A los 18 años de edad se trasladó con su familia a París, donde recibió una intensa educación técnica a instancias de su padre que veía en la física, química y mecánica, el futuro de la humanidad.

Pronto se interesó en el vuelo y en 1898 subió a su primer globo llamado “Brasil”. Después de algunas experiencias con éxito variado, dedicó su atención a la navegabilidad de los globos. En 1899, con el Santos-Dumont #3, logró dar la vuelta varias veces a la Torre Eiffel para después aterrizar sin novedad en un parque cercano.

El 19 de octubre de 1901, con su dirigible #6, salió del campo de Saint Cloud, circunnavegó la Torre Eiffel y regresó al punto de partida en menos de 30 minutos. Esta hazaña le valió ganar el Premio Deutsch de 100,000 francos que, dicho sea de paso, distribuyó a partes iguales entre sus trabajadores y los pobres de París

Una vez resuelto el problema de la maniobrabilidad de un vehículo “más ligero que el aire”, Santos-Dumont se dedicó de lleno al problema de una aeronave “más pesada que el aire”.

El 23 de octubre de 1906, ante una multitud de espectadores y representantes del Aero Club de Francia, propulsado por sí mismo, el Santos-Dumont #14-bis rodó 100 metros, despegó y voló 60 metros en 7 segundos a un nivel de unos cuantos metros sobre la pista. Con ello se hizo acreedor al Premio Archdeacon instituido en julio de 1906 por el americano Ernest Archdeacon para el primer aviador en volar más de 25 metros.

En noviembre 12 del mismo año, Santos-Dumont logra establecer el primer récord mundial registrado de la aviación al volar 220 metros en menos de 22 segundos; pero principalmente queda oficialmente resuelto el problema del despegue por sus propios medios de una máquina “más pesada que el aire”.

Como corolario de su afán de superación, Santos-Dumont le dejó a la industria aeronáutica muchas aportaciones. Su 14-bis ya incluía los alerones en las extremidades de las alas y entre sus conceptos avanzados se encuentra el ala delta, 40 años antes de que fuera de uso común en la industria.

Alberto Santos-Dumont murió el 23 de julio de 1932 en el pequeño poblado de Guarujá, Sao Paulo, Brasil.

Su país lo nombró póstumamente Mariscal del Aire de la Fuerza Aérea Brasileña y Padre de la Aviación. Tiene un lugar de honor en el Instituto Smithsoniano y en 1967 fue introducido al Salón de la Fama del Aeroespacio Internacional.

Alberto Santos-Dumont, ejemplo de lo máximo del espíritu latino.